Existen cualidades y virtudes que deseáis poseer en especial. Así pues, concentraos en ellas, tratad de imaginar a esa criatura magnífica en la que deseáis convertiros: sentiréis cómo aumenta vuestra fuerza interior, vuestra confianza y vuestra alegría, como si saborearais de antemano estas transformaciones que terminarán produciéndose un día.
Muchos dirán: «Pero, vemos bien cómo somos, y no será nuestra imaginación la que cambiará algo.» ¡Continuad pensando de esta manera y en efecto jamás cambiaréis!
El espiritualista, que conoce el poder del pensamiento, sabe lo eficaz que puede ser. En sus meditaciones, imagina hallarse en la luz manifestando todas las cualidades divinas. El pensamiento, que prepara de esta manera el terreno, le acerca progresivamente al objetivo que quiere alcanzar.
Por Omraam Mikhaël Aïvanhov
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