Es deseable que cada vez más personas
admitan la realidad de la encarnación, pero con la condición de saber
utilizarla para su evolución. Sin embargo, lo que sucede la mayoría de las
veces es que, en lugar de comprender que lo más importante es saber lo que son
y qué hacen ahora para preparar su vida futura, muchos se fabrican vidas
anteriores imaginarias, dignas de novelas, o acuden a los videntes para que se
las revelen y, frecuentemente, estos videntes les explican cualquier cosa para
contentarlos.
En realidad, el pasado de los seres no
es difícil de conocer. A partir de lo que son actualmente, a partir de sus
cualidades y sus defectos, sus facultades y sus lagunas, se puede conocer –sin
entrar en detalles, por supuesto– lo que han sido: lo que son en esta
encarnación no les ha sobrevenido por casualidad. La ley de causa y efecto, que
actúa en todas las partes de la creación, se ha aplicado para modelar su
existencia actual. Así pues, ahora, que se ocupen más bien de su presente para
preparar su futuro.
Por Omraam
Mikhaël Aïvanhov
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