LOS LUNES AL SOL
Enseñanza de los Maestros Ascendidos
PUENTE PARA LOS MAESTROS
Sólo a través de cada uno de vosotros que sea un puente que va de lo humano a lo Divino, podremos Nosotros llegar a la humanidad de esta Tierra, y darle de vuelta la comprensión mediante la cual pueda poner sus pies en el Sendero y regresar a Casa.
Ante sí tienen los hombres abierto el Sendero, y su Presencia se encuentra al final del camino. Tiene que haber entre los hijos del hombre algunos que señalen el camino y que estén pendientes en los puntos agrestes, facilitándoles el recorrido a punta de amor, animándolos con Luz y dándoles el ímpetu del ejemplo y obras manifiestas hasta que lleguen a un punto de entusiasmo por cuenta propia. Entonces, también ellos se convertirán en "guardianes de su hermano".
Amados corazones, os doy las gracias, con la plenitud de Mi propio Momentum Cósmico acopiado, por siquiera aceptar mentalmente la Hermandad. Os doy las gracias por expresar siquiera un interés pasajero en nuestro trabajo y servicio. Os ruego que en el tiempo secreto y silencioso de vuestras propias oraciones y meditaciones, le pidáis a la voz de vuestra propia Presencia de Dios que os revele la amabilidad para con la Vida que entrañaría el que escogierais incorporar vuestras energías al desenvolvimiento de la luz del alma de los hombres y las mujeres que la Vida atraerá alrededor de vosotros, y que después de orar deciden dedicarse así a tal servicio. Os pido que consagréis vuestra energía vital, después de consideración y reflexión; no es una incontrolada explosión de celo que se extingue como los fuegos que se hacen con la paja de los campos, sino en ese flujo constante y sostenido de Amor Divino que les permite pasar a través de todas las experiencias posibles sin ser tocados por ellas.
Aquellos de vosotros que deseéis servir con Nosotros debéis tener únicamente UN sólo pensamiento: llevar el cáliz del confort y no desperdiciar ni una gota de la sagrada esencia hasta que haya alcanzado los labios de los sedientos, hasta que haya llenado las almas con tal hambre y sed de rectitud que no le permitirán a ese alma volver a dormir de nuevo hasta que se haya convertido en la plenitud de su propio Ser Divino.
Koot Hoomi
Del libro "Diario del Puente a la Libertad", por el Maestro Kuthumi
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