2011/02/14

Un A-Diós

  Desearíais saber el secreto de la muerte. ¿Pero cómo lo encontraréis a menos de buscarlo en el corazón de la vida? Porque la vida y la muerte son una, así como el río y el mar son uno también. (...)
    Confiad en los sueños, porque en ellos el camino a la eternidad está escondido. (...)
  Sólo cuando bebáis el río del silencio cantaréis de verdad. Y, cuando hayáis alcanzado la cima de la montaña, es cuando comenzaréis a a ascender. Y cuando la tierra reclame vuestros miembros, es cuando bailaréis de verdad.
             Por Khalil Gibrán


El amor es esta capacidad de arrancar de nosotros mismos lo que más queremos para darlo. Pero esta cualidad raramente se manifiesta. La mayoría de las veces vemos a seres ocupados en pelearse no sólo para conservar lo que poseen, sino también para apoderarse, si pueden, de lo que pertenece a los demás.
¿Acaso es razonable perder en ello tanto tiempo y energía, cuando pronto nos veremos obligados a dejarlo todo? Pues sí, un día llega la muerte y, lo quiera o no el hombre, de repente le despoja de todo. ¿Por qué no aprendió a dar antes de la hora de la muerte? En aquel momento, de buena o de mala gana, debe abandonarlo todo. Sólo le quedan la luz y la alegría adquiridas sabiendo dar.
Por Omraam Mikhaël Aïvanhov


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