Son raros los seres capaces de escalar con constancia las
pendientes de la montaña espiritual. ¡La cima parece tan lejana! Entonces, casi
todos interrumpen el movimiento, vuelven a bajar, y todo volverá a comenzar de
nuevo. Debéis saber que no hay nada más perjudicial para el equilibrio psíquico
que pasar y volver a pasar de un modo de vida a otro: imponerse durante un
tiempo una determinada disciplina, después abandonarse, y viceversa.
Yo no digo que debáis consagraros exclusivamente a actividades
espirituales, rezar y meditar, no sería razonable. Tanto más que existen muchas
otras actividades que pueden alimentar vuestra alma: oír música, leer,
contemplar una obra de arte o un paisaje. Interiormente, intentad permanecer el
mayor tiempo posible en las cimas hasta las que habéis logrado elevaros. Si
tomáis esta costumbre, después lograréis sin dificultades manteneros en las
alturas.
Por
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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