Extractos del libro de Geoffrey Hodson: "La vida de Cristo desde la natividad a la ascensión".
PARTE III: EL DISCIPULADO CRÍSTICO SEGÚN EL SERMÓN DE LA MONTAÑA
MEDITACIONES EN TIEMPO DE PRIMAVERA (V)
A través de la Enseñanza del Maestro Jesús y las reflexiones de Geoffrey Hodson
(anteriores):Meditaciones en Tiempo de Primavera VIII
--- LUNES 20/03/2023 ---
"Aquí lo que Jesús también recomienda es una actitud mental más que un gesto visible. El egocentrismo agudo puede moverlo a uno a rehusar 'andar una milla' excepto por placer o ganancia personal. La disciplina de desarrollar el desinterés, a la cual se somete el aspirante, va disolviendo gradualmente los rasgos separadores del egoísmo.
La actitud de defenderse, afirmarse, enriquecerse e insistir agresivamente en derechos supuestamente personales, ha ido vigorizándose a través de centenares de vidas. Y, en efecto, ha sido necesario para el fortalecimiento de la individualidad y la vida familiar. Pero cuando se entra en el Sendero todas estas excrecencias de pasado tienen que deshacerse y disolverse."
--- MARTES 21/03/2023 ---
"En las ideas de dar y prestar está involucrado un sentido de posesión personal, de que se posee algo que puede darse o prestarse. En todas las cuestiones del mundo este sentido tiene buenas bases; pero en el sendero hacia el adeptado debe desaparecer el sentido de posesividad personal. En su pensamiento más íntimo, en los profundos rincones de su mente, analiza todas las consideraciones mundanas y ve que tiene que renunciar a considerarse separado de todos los demás hombres y del universo en que viven todos; así, la identidad espiritual con la esencia íntima del Cosmos va convirtiéndose para él en una verdad realizada.
De ahí en adelante atiende con naturalidad toda petición de dádiva y de préstamo, aunque en cierto grado acorde con lo que le dice el sentido común. El que se ha liberado de su acentuada yoidad sabe que él mismo no es sino un administrador de bienes que están a la disposición de todos."
--- MIÉRCOLES 22/03/2023 ---
"El neófito ha de ir impregnándose con el ideal del desinterés y la identidad de todo cuanto existe, no sólo en los aspectos de su vida física sino en sus pensamientos e intenciones más profundas. La realización de la Unidad hace que ame de verdad a todos los hombres, consciente de su parentesco con todos ellos. Que sean amigos o enemigos es cuestión decidida por la operación de la ley kármica.
Esta elevada actitud es la única posible para un Adepto. Está simbolizada en la Ascensión del Cristo crucificado: crucifixión y muerte son representaciones simbólicas de la disolución de la yoidad y la elevación de la conciencia por encima de todas las ilusiones y los errores consecuentes.
La Paternidad de Dios y la fraternidad del hombre son verdades vitales y dinámicas concernientes a la unidad de la Vida; una misma verdad manifestada en dos principios gemelos. El sol como símbolo de la eterna benevolencia resplandece sobre todos y la lluvia de la gracia espiritual cae por igual sobre justos e injustos."
--- JUEVES 23/09/2023 ---
"Aquí Jesús apela a cierta medida de razón para aclarar más su elevado ideal. Muestra que el progreso depende de superar el nivel de conducta que se espera de los que todavía no han despertado espiritualmente (los publicanos). Únicamente pueden adoptar el consejo de amor mutuo quienes han alcanzado cierta medida de armonía interna, de sinceridad y desinterés; pues sin estas cosas el egocentrismo y la auto-protección siguen ocupando una zona demasiado amplia, y escasamente dejan campo para el interés por los demás, y menos aún para amarlos."
--- VIERNES 24/03/2023 ---
"Se recomienda aquí el reconocimiento y la cortesía con todos los hombres, de cualquier grado y en cualquier estado de culpa o inocencia. El mismo reconocimiento y atención que se otorga a los de posición buena o elevada en la comunidad, debe otorgarse a todos, altos o bajos, santos o pecadores. La verdadera fraternidad es una realización interna que se expresa externamente a todos."
"Tanto los rituales de los antiguos misterio como los de los tiempos modernos derivados de aquellos, señalan a los neófitos cuál es el destino de todos los hombres: la perfección. Y los conjuran a obrar de tal modo en el presente que apresuren el cumplimiento de este destino.
Jesús habla por experiencia directa de la absoluta identidad del principio vital en todos los seres. Mientras salían de sus labios estas palabras y las recogían los oídos y las mentes de sus extasiados oyentes, Jesús permanecía firme en lo eterno y consciente de la unidad espiritual de todo el universo. La realización de esta verdad otorgaba a sus palabras no sólo luz para las mentes sino un fuego y una convicción nacidos de su propio conocimiento interior.
Podemos visualizar meditativamente la escena: Jesús, vestido de blanco, de pie, con una gran dignidad, rayana en majestad, lleno del Espíritu. La muchedumbre no aparta de él la mirada, mientras sus amigos más cercanos, sus discípulos y aspirantes al discipulado escuchan la voz que habla como ningún hombre habló jamás. Las cortas y sencillas frases pronunciadas por esa voz bellamente modulada penetran a través de los oídos corporales y las mentes mundanas, y tocan los aspectos más divinos de la conciencia humana.
Aunque las enseñanzas que da Jesús son de difícil aplicación en las experiencias de la vida mundana, mientras él las enuncia parecen fáciles de entender, y todos los que se encuentran en un elevado estado las hallan ciertas y evidentes.
De esta manera, Jesús, el Maestro de hombres, revela el corazón mismo de la verdad: que todos los hombres formamos una unidad, en nuestra esencia más íntima."
--- DOMINGO 26/03/2023 ---
"En estos versículos Jesús insiste en acentuar la importancia del motivo. Recomienda la sinceridad más completa, la veracidad íntegra, y la pureza de mente y corazón. Dar limosna o cualquier donación debe hacerse únicamente porque es bueno dar, porque se ama a la humanidad, y para ayudar a los necesitados. La intención de ganarse la estimación mediante la caridad, empaña la pureza tanto de la donación como del amor que debe inspirarla.
Dar con generosidad es poner en libertad un poder que viene de más allá de la mente y el corazón, el cual abre cauces por los cuales fluyen fuerzas provenientes de lo más profundo del Yo íntimo y que fortalecen e iluminan tanto la mente como el corazón. Semejante acto bendice al que da y evoca una respuesta del Padre celestial, la Mónada que mora en lo más íntimo. Esta es la recompensa natural para el donante. Hay así una siembra que kármicamente producirá la cosecha adecuada.
Sin embargo, puesto que el hombre moderno ha llegado a la etapa en que se encuentra ejerciendo la cautela a través de muchas encarnaciones, haciendo planes cuidadosos y esforzándose por obtener ganancias, a fin de sobrevivir y cumplir sus obligaciones materiales, está muy profundamente establecida en él la motivación egocéntrica, y es difícil erradicarla. De ahí la dura tarea y lucha en que se encuentran los que quieren deshacerse del egoísmo por amor a la Obra Divina.
La clave para lograrlo está en adquirir conciencia de la naturaleza efímera del sentido de yoidad, el cual es ilusorio porque la esencia espiritual, de la que cada Mónada es una manifestación, es la misma en todos. Cuando se asimila bien esta verdad, hasta la idea misma de que uno está dando algo se trueca en la de que lo que está haciendo es repartiendo algo de la riqueza universal de la cual uno es administrador. El que reparte agua no la fabrica. El que suministra luz y calor no los produce. Solamente los distribuye, no los crea. Y no le pertenecen a él exclusivamente. Son de Dios, y por tanto deben prodigarse impersonalmente, en su nombre. Este es el ideal que Jesús recalca, no sólo para hacer limosna sino para practicar todo acto de justicia."
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